Por Luigi Echeverri
A mi me da la impresión de que Las FARC-EP, Petro, Bolívar, Cepeda etc., etc., etc., ya tienen listos plan A B C …..X Y y Z .
Y llevan tapando con impunidad y asfixia mediática el atraco más grande que le hayan hecho al Estado colombiano, dándonos circo y migajas con el caramelo envenenado de la distracción electoral, para poder llegar a medio año 2026 y hacer lo que se les dé la santa gana.
No quiero hacer juicios personales de nadie, porque el único macho probado con hechos y resultados en materia de avance, desarrolló de la sociedad, en legalidad y desarrollo socioeconómico es Uribe, y porque la política ya no es lo que pensábamos que era: la conducción de un Estado para bien de la nación.
Hoy observamos atónitos, impávidos y acobardados como una banda de atracadores con poder trapean con unos pocos inocentes angelitos que juegan a la política opositora, a las cortes y al debate mediático, como si estuvieran jugando muñequitas con una banda de peligrosos delincuentes que nos llenaron de alacranes y culebras venenosas la casita de muñecas.
Estamos confiados y distraídos mirando el bello atardecer, mientras los atracadores nos distraen y se llevan de calle la democracia y el botín de la hacienda pública.
Y ahora Petro arremete contra USA y reitera su discurso de NYC apelando a una imaginaria constitución galáctica universal que vio en una de sus trabas y defendiendo a sus aliados narcoterroristas a lado y lado de la frontera y a sus amigos de todo el combo castro-chavista de Maduro.
Entendamos que ganado no hay sino en los corrales. Y en esta feria politiquera ya los negocios no se hacen de palabra sino con efectivo caliente y por adelantado.
Estamos moliendo con yeguas movidos por una sana afición a la política electoral que nubla los entendimientos, que no otorga garantías y divide cuando el sano debate de ideas democráticas se torna en utopía.
Para mí esto no se arregla a las buenas.
Cristo Salvador y el Sagrado Corazón no trabajan en los infiernos en los que han sido convertidos Venezuela y Colombia, hoy unidas por la franja que ambos gobiernos le entregaron a las organizaciones narcoterroristas y los territorios que ya les tiene repartidos y adjudicados la política de “paz Total” en más del 50% de ambas naciones.
De ilusiones vive el alma pero con eso no se le llena el buche a una nación hambrienta custodiada por instituciones lideradas por voluntades consagradas a una tibia mediocridad y un ejército famélico.
Como dice Alicia: “Que la luz nos acompañe” pues lo que necesita Troya son 300 valientes alentados y dispuestos a morir y no 100 discurseros insultándose unos a otros ni un remedo de Cristo redentor cocinado en la paila de Don Sata.
En juego está es el negocio de todo lo ilícito, de la droga y el narcotráfico que NO está para la venta.
Y contra eso, si no es con verraquera y tecnología de alta precisión acompañadas de una voluntad política férrea de erradicar de Colombia la producción de droga y la decisión de ser capaces de vivir en la pobreza dignamente para poder reconstruir sobre unas instituciones incendiadas, no veo solución posible.
Pido porque el destino guíe bien a Marco Rubio y a la fuerza que hay parqueada en el Caribe para que obren con precisión y contundencia y no permitan que Venezuela y Colombia se conviertan en una moderna disputa vietnamita.
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