Por: Álvaro Ramírez González.
¿Se acuerdan ustedes cuando el general Manuel Antonio Noriega, presidente de Panamá, machete en mano, desafió al gobierno norteamericano para que viniera por él? Pues vino. Y se lo llevó a pagar una condena de 25 años por narcotráfico.
Lo envió después a Panamá con un cáncer terminal. Noriega murió en una cárcel panameña. Pues bien, el proceso se repite.
No hace muchas semanas, Nicolás Maduro que llamaba “pelucón” a Donald Trump, lo
desafió a que viniera por él a Venezuela. “¡Ven por mí, aquí te espero,
cobarde!”, fueron las palabras de Maduro refiriéndose a Trump.
Lo grave es que el Dpto. de Estado con pruebas y testimonios, declaró oficialmente a Maduro, a Diosdado Cabello y a Vladimir Padrino, como “jefes del Cártel de los soles”. Eso cambió toda la ecuación.
Con esa nueva calificación, el presidente Trump, puede ir por ellos donde estén. A capturarlos o a darlos de baja. Ahora ya Trump, puede venir por Maduro y sus compinches para llevarlos “vivos o muertos”, a territorio americano.
Hoy hay ocho barcos incluido el poderoso portaviones Gerald Ford, con 100 aviones de combate adentro y un submarino nuclear, enfrente a las costas venezolanas, preparando la “extracción”, de Maduro y sus cómplices.
Esa presión militar que lleva más de 60 días tuvo detrás un proceso de
negociación con Maduro, para que abandonará el cargo y el país. Estas
negociaciones no llegaron a nada por qué Maduro ya tiene “circular roja de
Interpol”, y al país que llegue, será inmediatamente capturado.
Y los Estados Unidos no están dispuestos a levantar los cargos ya probados contra Maduro y su combo, para levantar esa circular roja en Interpol. En algún momento, Maduro se pudo mover a Rusia, a Turquía, a Nicaragua o a Cuba. Pero estas opciones ya no están en la mesa.
“Capturados o muertos”, son las opciones que tienen hoy Maduro y sus
compinches. No disponen de otra opción.
La CIA y el MOSASD israelí, con el apoyo de un buen número de generales de Maduro, ya tienen su ubicación exacta. Esos generales han hecho acuerdos de visa USA, para trasladarse a los Estados Unidos a vivir allí sin ningún cargo. Lo que falta “es muy poco”, como lo anunció María Corina Machado en las redes.
“¡Estamos preparados para entrar a gobernar a Venezuela de inmediato, por qué falta muy poco!”, puntualizó María Corina.
Un subsecretario de defensa de los Estados Unidos le dijo a la periodista colombiana, Angela Janiot, que “¡muy pronto pasarán muchas cosas y Venezuela será libre!”
Maduro y su combo de hampones no duermen. La paranoia es total y la estrategia gringa de presión es muy buena. Están al borde del colapso, y más de la mitad de los generales venezolanos han dimitido. La intervención es inminente. Será una extracción y para nada una invasión.
Maduro hoy, desesperado, califica de abusiva y criminal la presión de Trump. Yo
le digo ¡tú lo llamaste, bocón!, y se vino por ti.
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