SE AGRAVA EL ESTADO MENTAL DE PETRO


Por Saúl Hernández Bolívar

Tiene que tener Gustavo Petro una condición mental muy grave como para hacerles creer a los colombianos que alguien en Irán escribió un halagador libro sobre su liderazgo mundial y que se imprimieron un millón de copias. De hecho, medios colombianos han buscado el texto en bases de datos internacionales de manera infructuosa, encontrando que el supuesto traductor del libro falleció en 2008.

Hoy, con unos cuantos clics en plataformas de autoedición como Amazon, se puede traducir un libro a otro idioma (en este caso el iraní, o farsi), elaborar su cubierta y pedir copias de muestra bellamente impresas, que es lo que Petro muestra en un video, aunque el libro en realidad no exista. Solo a un narcisista in extremis se le ocurriría autoalabarse de esa manera. Por eso, uno duda que este enfermo, en verdad, quiera dejar el poder.

Por lo pronto, las sanciones de la Lista Clinton comienzan a mostrar sus bondades. Se complica el abastecimiento de combustible del avión presidencial, por lo que Petro tendría que dar por terminadas sus inútiles giras, como esta última en la que inauguró una innecesaria embajada de Colombia en Arabia, llena de lujos. También podrían cancelarle la cuenta de la red social X (antes Twitter), en la que desperdicia más de la mitad de su tiempo, como si gobernar fuera tuitear. Con eso quedarían truncas sus amenazas, sus manipulaciones, sus mentiras infames…

El martes pasado, Petro escribió 75 trinos sobre lo divino y lo humano. Desde el trato de “príncipe” que le han dado en Arabia durante su visita oficial hasta su delirante pasado de “guerrero milenario con ancestro romano que estuvo en Palestina”. Todo esto sería relativamente normal en un adolescente, pero no un adulto, y menos en un Jefe de Estado. Una clara muestra de que este sujeto requiere de atención psiquiátrica y de que, muy probablemente, terminará sus días en un hospital mental.

Por cierto, debe ser por esas reminiscencias de Palestina que tanto piensa en Gaza y tan poco le importan verdaderos genocidios que se cometen en otras latitudes como en Sudán, donde fuerzas proislamistas han asesinado al menos a 150 mil personas, en su mayoría cristianas, en los últimos dos años. ¿Cuándo se ha quejado el líder de las galaxias por esta matazón en la que, tristemente, han participado decenas de militares colombianos que se ganan la vida como mercenarios? Poca cosa para el ‘guerrero milenario’ que cree que pescadores pobres salen de faena en lanchas ‘go fast’ y semisumergibles de la mafia.

Vamos a terminar el año viendo pasar agua bajo el puente porque le tememos a la acción. La extrema izquierda mete miedo con una votación inferior a la que esperaban a pesar de las argucias: obligaron a votar a sus contratistas, extendieron horarios de votación en muchos municipios, hubo alta votación solo donde mandan el ELN o las Farc y las cifras de participación crecieron sospechosamente después del mediodía aun cuando los sitios de votación permanecían vacíos. A pesar de ello seguimos con un centenar de candidatos dispersos en el centro y la derecha que parecen dispuestos a perder pero no a unirse, dispuestos a perder a Colombia.

Con un Petro ególatra, arrogante, envanecido de poder, pero con el juicio enajenado por las drogas, hemos tenido una muestra de lo bajo que podemos caer. Con el carisucio Cepeda el hundimiento será definitivo. No esperemos a que Trump nos haga el favor de llevarse  a Maduro y derrumbar todo el comunismo en la región. Unámonos desde ya con un solo candidato y dejemos atrás tanta incertidumbre.

@SaulHernandezB

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