¡SIGAMOS COMIENDO NUBE!

Por: Luis Guillermo Echeverri Vélez

Porque nos cuesta tanto entender que, si una democracia elige, tiene y sostiene por presidente a un delincuente intencionalmente rodeado de delincuentes en el ejercicio del poder, que es patrocinador de organizaciones criminales y auspiciador de actividades ilegales y delictivas, deja de ser una democracia.

En consecuencia es imperativo que activen los correctivos legales o de facto para reinstaurar el ejercicio institucional de la democracia, y ello tiene que empezar por reconocer que hay mecanismos constitucionales que permiten hacerlo y que una sociedad no puede estar gobernada por quien destruye sistemáticamente los valores democráticos, la legalidad, la economía y las relaciones internacionales alineando el país con los regímenes dictatoriales que patrocinan y ejercen el terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones.

Llegó el momento de que no nos de más miedo actuar como sociedad y de que tampoco les dé miedo a las fuerzas armadas ser leales a su mandato de protección constitucional. No podemos seguir acobardados y no ser capaces de manifestarnos claramente para exigir a quienes están investidos de la autoridad para procedan a una destitución, y que lo hagan como se hizo en Perú. 

Si no defendemos a los indefensos ahora, nos convierte en cómplices silenciosos del ejercicio de una tiranía cleptócrata y delincuencial disfrazada de democracia.  

Sigamos comiendo nube y creyendo que la luna es pan de queso, sigamos confiados en que, en una Colombia con 800 municipios, las costas y las fronteras controlados por la narcoguerrilla, un delincuente demente investido de presidente le va a entregar el poder a la oposición en un debate electoral y unos comicios seguros y transparentes. 

¿A donde están las voces gremiales? Ayer se confirmó que el gobierno de Colombia se separó como la dictaduras venezolana, cubana y nicaragüense del sistema de libertades que caracteriza las democracias occidentales y de los países que combaten el terrorismo, y pasó a alineándose con las fuerzas ilegales de las organizaciones narcoterroristas internacionales y las dictaduras totalitarias.

No será suficiente el pacto de la picota, que ya Santos lo había realizado en sus conversaciones con el narcotráfico en las islas del Caribe en el pasado, no será suficiente con el fracaso de la falsa paz de Santos, con la pantomima de la JEP, con los delitos electorales de la campaña de Petro, lo de su hijo, lo del militante del M-19 dueño del partido verde y la mega manada de atracos a la hacienda estatal, no será suficiente con la destrucción y los robos que se adelantan en la salud, las pensiones y con la agencia nacional de tierras, con las contrataciones estatales fraudulentas de todo tipo. No será suficiente lo ocurrido en todo el grupo empresarial Ecopetrol. Nada se habla nada de lo que está pasando en las filiales de ISA en varios países. 

Hasta cuándo vamos todas las fuerzas cívicas y civiles, las asociaciones sociales a quedarnos callados sin exigirle a los congresistas, a los magistrados y a los militares que cumplan su deber y no sigan prevaricando al omitir sus obligaciones legales.

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