Por: Álvaro Ramírez González.
Esa es la pregunta que hoy se hace todo el país.
Quien contrata a un menor para que asesine a un precandidato presidencial de Colombia?
Para qué?
Por qué asesinar a Miguel Uribe?
Quizás por ser el mejor ranqueado en las encuestas dentro del Centro Democrático, que es la derecha de este país?
Miguel Uribe es un hombre con mucha fuerza en sus ideas, pero con mucha delicadeza en el trato.
Sin la menor duda, todos le echan la culpa al Gobierno.
A Petro.
Vamos por partes.
Como columnista y líder de opinión, he sido todo lo critico y duro que es preciso, con las equivocaciones y erradas actuaciones del Gobierno de Gustavo Petro.
Pero jamás me he metido con sus debilidades personales como lo están haciendo miles de colombianos, ante tantas fallas, desapariciones, incumplimientos y ausencia física, en un país que necesita demasiado de su líder.
Cómo entender a un presidente que se niega a atender personalmente a sus ministros?
Como aceptar a un presidente que deja plantado a todo el mundo?
Gustavo Petro, sabe cómo el que más, que su mandato no fue capaz de hacer las transformaciones que alguna vez imaginó.
No las pudo materializar.
Y se le acabó el tiempo.
Esa conjunción de situaciones es la que ha llevado a Petro a la intolerancia, a la intransigencia y a desafiar y amenazar a los colombianos con su famoso “estallido social!”
Es natural que esa amenaza produzca pánico en la gente, después del infierno, los bloqueos y el desabastecimiento que vivió el país por casi dos meses.
El paro que convocó el gobierno y el propio Petro para los días 28 y 29 de mayo fue un total fracaso.
Allí recogió la cosecha de todos sus desaciertos.
Y eso lo tiene todavía más alterado y proponiendo barrabasadas jurídicas como romper la regla fiscal, y convocar la consulta popular por decreto.
Ambas barbaridades, claramente ilegales e inconstitucionales, muestran al Petro, acosado, desesperado, sin recursos y lo peor, ya sin tiempo.
No puede ser más lamentable la situación del presidente Petro.
Y de seguro algo tiene que ver con su “desaparición”, dos días en Manta Ecuador y su llegada muy enfermo a una clínica colombiana.
Pero las cosas no terminan allí.
Petro no será capaz de poner o apoyar a un pupilo suyo para la presidencia y para que termine su proyecto político y social.
Por qué?
Por qué sencillamente, Petro no acepta ningún candidato distinto de Él mismo.
Pero sabe que la Constitución se lo prohíbe expresamente.
Así las cosas, el petrismo se deshace, en mil pedazos, al tiempo que el anti petrismo aunque desunido, se fortalece con los errores y las propuestas descabelladas e inconstitucionales de Petro en su total angustia.
La alocución de Petro por la televisión no pudo ser más lamentable.
Una diatriba babosa y vacilante que nada se compadecía con el dolor de los colombianos ante este criminal atentado.
Pero en concreto, de donde sale todo ese odio?
La respuesta parece sencilla.
Va a ganar la derecha!
Es la consecuencia natural de una izquierda errática, abusiva y ladrona.
Y eso que significa?
Muchas cosas
Veamos
El fin de La Paz total que resultó en un río de sangre.
La fumigación aérea de las plantaciones de coca que Petro tiene prohibidas.
El bombardeo aéreo de los campamentos terroristas.
El fin del abuso de los indígenas y sus mingas.
El fortalecimiento total de las FFAA.
La reanudación de relaciones diplomáticas con Israel.
La aproximación al gobierno Trump y el apoyo táctico de USA, para combatir de nuevo el narcotráfico.
El restablecimiento de la exploración petrolera y de gas.
Y la cárcel para todo ese cartel de saqueadores que pensaron que la impunidad sería eterna.
Ya la fiscal que Petro apoyó, viéndolo con el sol a las espaldas, empezó a castigar a los acusados e imputados Petristas, que no se tocaban.
Y eso tiene que despertar el odio y la rabia de un régimen fracasado que va de salida.
Una salida sin remedio!
De alguna oficina de ese statu quo, hoy amenazado, tuvo que haber salido la orden!
Sobremesa 1
Soy un amigo de Miguel Uribe.
No han pasado muchos meses desde que tuvimos una larga conversación nocturna en Pereira con la sabia compañía de José Obdulio Gaviria.
Y le hicimos un análisis sereno y juicioso a la política colombiana
Sobremesa 2
Después de este atentado criminal, la política colombiana no será la misma.
Habrá un duro estrujón desde la derecha.
Sobremesa 3
Ánimo Miguel!
Colombia contigo!
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