¿CUÁL OPOSICIÓN?



Por DH. Rodríguez Beltrán

La única oposición al gobierno es el mismo gobierno. Si no fuera porque ese ciempiés de bandidos cada semana se dispara, al menos, un tiro por pié, estaríamos en vísperas de parecernos al vecino de la derecha en el mapa.

El único que hace oposición efectiva, casi quijotesca, es el Concejal de Bogotá Daniel Briceño; pero tiene tres inconvenientes: 1. Limitado por lo bajo del cargo. 2. Su propio partido, Centro Burocrático, ni lo promociona ni lo apoya. 3. Y la más importante: carece de ideario político y un grupo de intelectuales que sustenten su labor. Admiro de la izquierda su enorme capacidad de formar militancia organizada, pacientemente, tal y como la describe éste video. Su entramado organizacional empieza muy simple: Sus intelectuales crean los mantras. Sus académicos los promocionan. Sus medios los irradian. Sus empresarios los financian. Sus jueces y políticos los ejecutan. Sus grupos de presión violenta, de ser necesario, los hacen cumplir. Mientras el pueblo, impotente, los padece. Nótese que el núcleo de tal militancia empieza por las ideas, por los intelectuales. ¿La oposición apoya a algún intelectual que se oponga al gobierno? No, y tampoco le interesa. Patético es tener una Paloma opositora que ve con buenos ojos a Marx. Como no tienen militancia organizada, la banal, histérica, ingenua y pusilánime oposición se centra en ganar elecciones sin darse cuenta que la izquierda convulsionaría mortalmente si cayese en manos de intelectuales opositores de la Universidad Nacional más que de la Casa de Nariño. La mamertería defiende a ultranza sus Lenin, Rousseau, Comte, Gramsci, Escuela de Frankfurt, Chomsky, Monedero, etc. Cuando se demuestra en la práctica lo erróneo de sus ideas, ejecutores como Castro, Chávez, Evo, Lula, Correa, etc, pueden ser cuestionados por el rebaño, incluso, denunciados o directamente tener alguna oposición, pero jamás contradecirán a sus intelectuales, padres de esas aberraciones ideológicas. Lo vivimos con El Degenerado Bujarrón «Novie» de Linda Yepes: sinvergüenzas como Lucio, Leyva, Mario Mendoza, Fajardo, Robledo y otros, lo cuestionan y hasta enfrentan. Pero jamás tocan a Rousseau, Marx, Engels, Heidegger, que son las influencias del homúnculo ese. Empecemos por captar, asimilar y difundir verdaderos intelectuales como Thomas Sowell, Olavo de Carvalho, Nicolás Gómez Dávila, Roger Scruton, Flávio Gordon, Mario Ferreira dos Santos, Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, en fin. Tomemos aire: El Degenerado Bujarrón sólo alardea, manotea, amenaza, compra hedonistas pero es evidente que no es un genio malévolo tipo Stalin, ni figura cautivadora de anticristo tipo Castro. Hasta un hazmerreír como Maduro parece el Emperador Marco Aurelio al lado de él. El precio de seguir aguantándolo es costoso pero las élites no moverán un dedo para sacarlo. El tiempo parece enemigo y tal vez no nos da para posicionar un candidato de calidades para 2026 y tendremos probablemente a los hipnotizados uribobos votando por algún tontín vickydaviliano santista, de esos que como el violín, tocan con la derecha pero sostienen con la izquierda. Aprendamos de la paciencia de los revolucionarios y formemos un núcleo intelectual fuerte de cara al futuro que extermine la tóxica hegemonía asfixiante de la izquierda que, además de matar el cuerpo, asesina el alma.

Comentarios